domingo, 6 de septiembre de 2009

Cirugía estética sin fontreras: ahora crecen las consultas por "liftings vaginales"

LA TECNICA NACIO EN LOS ESTADOS UNIDOS Y HOY LA APLICAN EN 30 PAISES
En España y en EE.UU. son cada vez más frecuentes. Aquí, se quintuplicaron las consultas de mujeres de entre 20 y 60 años por razones de salud o placer sexual.
Fuente:Eliana Galarza Diario El Clarin
No sólo es posible rejuvenecer las miradas, los mentones o los senos. Con paso firme avanzan las nuevas y polémicas técnicas de cirugía para hacer que la zona genital, especialmente la femenina, parezca casi como de estreno.
A esos procedimientos se los engloba bajo el rótulo de "rejuvenecimiento o lifting genital" y en su versión moderna, aplicada sólo en mujeres, incorporó el uso del láser, que —según quienes aplican este procedimiento— facilita el proceso de recuperación.
¿Para qué se hacen esta operaciones en los genitales? "Este es un tema un tanto controvertido. Se puede hablar de reconstrucción vaginal en casos de posoperatorio de tumores, en primer lugar. Pero en un simple rejuvenecimiento existen técnicas que reducen algunas dimensiones desde el punto de vista estético. Lo que hay que entender es que, ante todo, la paciente debe estar en excelente estado de salud y asumir su decisión porque a veces se ofrecen tratamientos mágicos que a la hora de evaluar los resultados difieren con lo prometido", explica Patricio Jacovella, subdirector de la carrera de Especialista en Cirugía Plástica del Hospital de Clínicas.
El pionero en intentar mejorar el aspecto exterior e interior de la vulva fue David Matlock, un ginecólogo estadounidense que hace 12 años observó que muchas de las pacientes que habían sido sometidas a una cirugía vaginal le manifestaban que su placer sexual había mejorado. Así nació su interés por el tema y el refinamiento de su especialidad, a la que bautizó como Rejuvenecimiento Vaginal con Láser, un nombre que no solamente remite a la técnica sino que ya es una marca registrada.
Pionero y visionario (hoy ese "rejuvenecimiento" es furor en España y en los Estados Unidos), Matlock propagó sus ideas y hoy existen más de 30 centros en el mundo en donde se puede embellecer aquello que suele mostrarse sólo en la intimidad. Uno de esos centros está en la Argentina, es el Instituto Argentino de Rejuvenecimiento Vaginal Láser (IARVAL), en donde informan que en el último año se quintuplicaron las consultas sobre el tema.
"Hay que separar los dos terrenos en donde se puede aplicar el láser: el terapéutico —destinado a intentar corregir, por ejemplo, los efectos de una incontinencia urinaria o las consecuencias del prolapso— y el estético, que reúne a la mayoría de las nuevas opciones, que logran en un 95 por ciento recuperar o aumentar el placer sexual", comenta Gustavo Pedro, director de ese instituto privado.
"El uso de estas nuevas tecnicas prácticamente no se comenta en los congresos de cirugía plástica. Por lo menos en el ámbito público, en la Ciudad de Buenos Aires, no hay tanta demanda por parte de los pacientes. En un hospital público lo que podemos hacer es una cirugía para corregir, por ejemplo, el tamaño excesivo de los labios menores de una chica que ha nacido con ese problema, pero no vamos a operar a una señora de 45 que quiera embellecer su vagina", comenta Luis Ginesin, presidente de la Sociedad de Cirugía Plástica de Buenos Aires.
Sobre el uso del láser o el bisturí, Ginesin también es categórico: "Una técnica no reemplaza a la otra, se usan para distintos casos". Para quienes adscriben al uso del láser para hacer un lifting vaginal, en cambio, las diferencias entre las dos técnicas son notorias. "Con el láser, los procedimientos son menos cruentos, hay un menor sangrado y se favorece el proceso de cicatrización", apunta Gustavo Pedro, del IARVAL.
En los Estados Unidos, desde donde se lanzó esta especie de bola de nieve, tampoco falta la polémica. El diario The Washington Post publicó en la semana que con estos nuevos procediemientos se estaba llegando a una especie de "última frontera" de la cirugía plástica. "Un plano en el que la ética médica choca con la cultura, el comercio y la tecnología", suscribe ese diario.
"Lo que hay que considerar, además, es que el envejecimiento vaginal no solamente involucra tejidos, también hay cuestiones hormonales e incluso psicológicas que no se pueden solucionar con una cirugía de embellecimiento exterior", sugiere Ginesín. Y razón no le falta, pero a esta tendencia de "lifting genital", nada parece detenerla. Sigue en aumento.