viernes, 25 de abril de 2008

CELULITIS: consideraciones generales y Tratamientos

Normalmente en medicina, antes de decidir que terapéutica se le debe indicar a un paciente, el médico evalúa cual es el más eficaz. Esta evaluación esta basada en la fisiopatología de la enfermedad, su forma de presentación y la experiencia que el profesional tiene en el manejo terapéutico.
Lamentablemente en algunas patologías de la piel esto no pasa, muchos tratamientos son instaurados sin seguir una lógica científica utilizando
planteos equivocados o absurdos.
En celulitis estos errores de apreciación se multiplican, ya que son muchos los pretendidos expertos en el tema, desde la amiga o la vecina que recomienda algún nuevo tratamiento que leyó en alguna revista de interés general o escuchó en la cola del supermercado.
El siguiente artículo no pretende ser una verdad única y absoluta sobre los tratamientos de celulitis, sino simplemente un artículo basado en mi experiencia sobre el tema, con alrededor de 2000 consultas anuales, y la ventaja de haber probado y evaluado, junto a profesionales de Brasil, la mayoría de los tratamientos actuales, en lo referido a medicamentos o equipamientos.
La celulitis afecta las 3 capas de la piel, comenzando por alterar dermis y luego continuar con epidermis e hipodermis, se produce exclusivamente en mujeres (con algunas excepciones como ser físico culturistas que consumen anabólicos o transexuales que utilizan estrógenos), debido a la acción de las hormonas femeninas que terminan descompensando el funcionamiento normal de la
piel. El proceso se inicia en la menarca (aunque pueden pasar varios años hasta ser visible o palpable), se localiza en glúteos y piernas y durante el climaterio también afecta la zona abdominal, brazos y pared intercostal; en pacientes hipotiroideos, aún en tratamiento, se puede ver afectado todo el cuerpo con la sola excepción de la cara, manos y pies.

Considerar exclusivamente a la celulitis como lo que es, una enfermedad provocada por hormonas femeninas y que puede producir serias alteraciones emocionales.
Toda consulta comienza con el interrogatorio, considero importante investigar el estado hormonal, si menstrua o está en climaterio o menopausia, si toma anticonceptivos o reposición hormonal, regularidad del período, si presenta edema premenstrual, ovulatorio o continuo, si tiene antecedentes familiares relacionados con alteración hormonal, medicamentos que consume
y cirugías que le realizaron y finalmente que tratamientos previos realizó.
Considero que estas preguntas son importantes, pero también lo es el escuchar y analizar cual es la carga emocional que presenta.
Observo a las pacientes en bipedestación, sin calzado, de esta forma se pueden apreciar, si las hubiera, las alteraciones del arco plantar, posibles enfermedades agregadas del tegumento, si ya es visible la celulitis o si presenta várices y edemas.
Considero a la palpación la herramienta más importante de la evaluación, en la mayoría da las pacientes la celulitis es más visible que palpable y con esto no me estoy refiriendo a la aparición de piel de naranja con el pinzamiento, sino a la palpación de nódulos en la cara externa inferior del muslo (entre 5 y 20 cm. por encima de la rodilla), esta zona es muy útil para usarla de referencia para constatar la evolución del tratamiento.
También se puede percibir la piel engrosada y gelatinosa del hipotiroideo (debido al aumento de los muco polisacáridos), y solicitar perfiles tiroideos si la paciente no los tuviera.
Aunque la mayoría de las mujeres saben si “tienen las piernas hinchadas” o si durante su período aumentan 2 o 3kg, algunas lo consideran parte de si, el signo de Godett sirve en estos casos para indicar tratamiento para activar la microcirculación.
Métodos complementarios como ecografías de partes blandas o termografías, no sólo no son prácticas, sino de resultados dudosos que no aportan nada, las biopsias son engorrosas y sólo el estudio histopatológico debe servir a fines didácticos o investigativos como en la microscopía electrónica.
No considero a la celulitis relacionada con la obesidad o el sobrepeso, por lo que no indico regímenes alimentarios, aunque es obvio que una paciente que baja 5 Kg. se va a ver mejor en su conjunto, pero en particular seguirá con celulitis.
Tomar agua es una necesidad fisiológica como lo es el respirar, y las necesidades dependen de cada persona, siendo imposible inspirar, en reposo, a un ritmo superior al normal, entonces porque obligar a ingerir 2 o más litros de agua. La hidratación de la piel no tiene que ver con el consumo de agua ni con el mejoramiento de los órganos, es más no existe ningún artículo científico serio que demuestre que el agua en exceso sea beneficiosa. Entonces porqué hacerle caso a las propagandas de agua mineral, si nuestra formación debe ser académica.
Tomar fotos es una enorme complicación ya que para que tengan un valor científico, deben ser tomadas prácticamente en un estudio fotográfico, porque no solo se debe cuidar la distancia sino también la luz, calidad del rollo y la máquina tiene que tener ciertas especificaciones (existen varios libros sobre fotografía dermatológica que son muy interesantes), sólo fotografío con cámara digital, a modo didáctico y como archivo personal, a pacientes con alteraciones de las formas ocasionadas por erróneas lipoaspiraciones o a quien lo solicite. En este caso la toma la realizo con máquina a rollo ya que la posibilidad de utilizar un programa para retocar fotos exacerbó la desconfianza sobre los equipos digitales.

Siempre se deben protocolizar los tratamientos y esto sirve como control y para evaluar el porcentaje de efectividad de los mismos.

• Botas de presión secuencial o drenaje linfático manual son muy útiles en el 20% de las pacientes. Este es el número de las que se presentan con edema en piernas; no sirve como tratamiento único, ya que la duración del efecto es corto. Sí es útil previo a la intradermoterapia, ya que los medicamentos inoculados no se diluirán, la ventaja que tienen las botas mecánicas de presión es que siempre es ejercida con la misma intensidad, en cambio la acción manual depende de la práctica y experiencia personal del operador.

• Equipos endermológicos: fueron considerados la gran solución para eliminar la celulitis, finalmente fueron más las complicaciones que produjeron que los beneficios. Su acción es simplemente drenante, cuando se la utiliza en celulitis nodular ejerciendo mucha presión deja una flacidez residual de muy difícil recuperación.

• Corrientes galvánicas: modifican la permeabilidad de la membrana celular, activan la microcirculación y también introducen medicamentos mediante ionización de los mismos, antes de utilizarlas se debe limpiar y exfoliar la piel. Lamentablemente no todos los medicamentos se pueden ionizar por lo que su exclusivo uso lo torna insuficiente; en abdomen no se puede utilizar
en pacientes con DIU. Como todo equipamiento que se utiliza para vehiculizar medicamentos, la eficacia dependerá de la combinación utilizada.

• Ultrasonido de 3 Mhz con la utilización de gel neutro, tiene acción térmica, antinflamatoria y vasodilatadora, la variante más útil es la sonoforesis, conocida en Brasil como mesoterapia sin dolor. Aumenta la penetración transcutánea de medicamentos; no es necesario que las sustancias sean ionizables, simplemente se usa un gel con medicamentos.

• Intradermoterapia: técnica que consiste en la vehiculización de principios activos en dermis papilar mediante agujas. Se puede aplicar mediante una jeringa simple o adosada a una pistola mecánica o eléctrica, es de fácil uso, puede generar en los pacientes sensaciones de disconfort, es un buen sistema terapéutico cuya efectividad depende de la experiencia del médico tratante en la elección de los principios activos.

Es frecuente ver fracasos terapéuticos ya que los inexpertos piensan erróneamente que lo importante es la técnica, generando estériles discusiones sobre la profundidad a utilizar y no preocupándose por la farmacología de los medicamentos a utilizar.

• Hidrolipoclasia ultrasónica: teóricamente si colocamos solución fisiológica en el tejido graso, el adiposito la absorberá en grandes cantidades. Si luego pasamos ultrasonido de 3 mhz, este estallará; la realidad es que el adiposito tiene una mínima cantidad de líquido (menos del 1%), suficiente para realizar su trabajo metabólico y como toda célula inteligente solo toma los elementos necesarios. El resto es absorbido por el organismo, razón por la cual no se produce ningún estallido ni liberación de grasa. El efecto en la celulitis nodular solo está dado por el ultrasonido de 3 mhz.

• Sustancias de relleno: cuando los pozos en glúteos no son profundos, se pueden utilizar sustancias de relleno como el alcohol polivinílico, ácido hialurónico o ácido hialurónico con dextran; es un paliativo útil aunque oneroso y su duración varía entre los 6 y 12 meses.
Peligrosamente algunos médicos están colocando considerables cantidades de siliconas líquidas en glúteos. Este acto no sólo es reñido con la ética profesional sino de graves consecuencias para las pacientes, ya que la migración y las fístulas son el resultado a esperar.

• Subscisión: técnica quirúrgica que sólo se puede utilizar para tratar los pozos en glúteos. Se utiliza un instrumental preciso que corta el tabicado fibroso que retrae la piel. El único inconveniente es la presencia de hematomas en la zona tratada y es el mejor procedimiento para pozos profundos.

• Electroporación: permite introducir medicamentos a través de radiación electromagnética a nivel celular ya que lo absorbe 400 veces. Forma parte de una nueva y eficaz generación de equipos médicos.

Conclusiones:
El mejor tratamiento siempre deberá estar basado en el conocimiento del procedimiento y en la acción de los fármacos.
La evaluación de los componentes del protocolo de tratamiento, se deberá realizar en forma individual, si inicialmente mezclamos tratamientos o drogas nunca sabremos cuales son las más efectivas.
Tener rigor científico en la evaluación de los tratamientos. No comprar equipamientos sin antes conocer bien sus propiedades y que estas concuerden con la fisiopatología de la enfermedad a tratar.
Los medicamentos a utilizar deben ser elaborados por gente seria y responsable.
La experiencia personal debe prevalecer ante todo.
Ser crítico con el trabajo personal. La responsabilidad nunca deberá ser atribuida al paciente.
Aunque el término celulitis refiere a una infección de la piel, por una razón de practicidad prefiero seguir utilizándolo para nombrar a ésta alteración de la piel.
Los progresos tecnológicos producidos en las últimas décadas del siglo pasado abrieron un campo
nuevo para el estudio de las enfermedades, ampliaron nuestra visión y surgieron nuevos cuestionamientos
y enfoques diferentes para el tratamiento no ya sintomático, sino etiológico de muchas enfermedades.
Afortunadamente en celulitis queda mucho por investigar y todavía existen mecanismos que no conocemos.
Las vías de investigación sólo dan respuestas parciales, entonces se plantea un doble desafío ya que la falta de pruebas obliga a dilucidarlas.

Celulitis: su clasificación estética

La celulitis afecta casi exclusivamente a las mujeres y generalmente hace su irrupción en la pubertad. Alrededor del 60% de las mujeres padecen cierto grado del problema. Se acepta que la
herencia juega un rol muy importante aunque no es la única causa que origina la denominada “piel de naranja” que tanto nos preocupa (sobre todo en el verano). Si bien a veces se confunde celulitis con una incipiente adiposidad localizada, se trata de dos alteraciones diferentes. La celulitis no es una forma de obesidad. No obstante, el 90% de las mujeres consideradas obesas presenta alguna forma de celulitis.
A pesar de que el tejido graso afectado es el mismo en ambas disfunciones, en la obesidad se produce, simplemente, un aumento del número o del tamaño de las células adiposas mientras que en la celulitis ocurren una serie de cambios estructurales.
La celulitis suele localizarse en sitios más o menos específicos y tiene diversos grados. La localización de la grasa en muslos y caderas tiene un comportamiento diferente, por ej., a la de la grasa abdominal ya que la primera está bajo la acción hormonal mientras que la abdominal es más dependiente del metabolismo y de la dieta.

Las causas de la celulitis son variadas y/o múltiples
(multifactorial):
• Factores primarios (hormonales, neurovegetativos,
genéticos).
• Factores secundarios (alteraciones hepáticas, digestivas,
metabolismo hidrosalino).
• Factores locales (anatómicos y ortostáticos).
• Factores accesorios (ambientales, hábitos, etc.). »

Por su consistencia, la celulitis se divide en tres tipos:
• Dura o compacta.
• Blanda o fláccida.
• Edematosa.
Esta multiplicidad de factores y características conspira contra la posibilidad de éxito de los tratamientos meramente cosmetológicos. Ningún vendaje, crema, gel o masaje puede reemplazar a los tratamientos médicos que han optimizado sus resultados, combinando moderna aparatología con la administración de activos altamente especializados y las necesarias recomendaciones higiénico-dietéticas.
La celulitis requiere para su diagnóstico mucha experiencia por parte del médico y el auxilio de
precisas determinaciones que hoy son posibles con los modernos equipos computarizados.
Conviene aclarar que, normalmente, hay un tipo predominante pero con alternancias según las zonas.
Y, aún dentro de una misma zona suelen presentarse distintas manifestaciones de la patología.
No obstante y simplificando a modo general, se pueden distinguir algunos tipos.

1) Celulitis “pantalón de montar”: Se muestra en los glúteos, la zona anterior de las caderas e interior de los muslos. Normalmente, obedece a un desarreglo hormonal femenino.

2) Celulitis Circulatoria/Capilar: Se evidencia en las piernas y la parte posterior de los brazos. Es la consecuencia de una anomalía en el funcionamiento de los capilares sanguíneos. Un síntoma característico es la extrema sensibilidad al frío, puesta de manifiesto en las extremidades del cuerpo (manos y pies).

3) Celulitis Circulatoria/Venosa: Se muestra en la parte exterior de los muslos y en las piernas. Estas se evidencian pesadas y los tobillos se inflaman, apareciendo las várices.

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