El procedimiento, que se ha utilizado ya en una veintena de pacientes con cáncer de mama en el Hospital Clínic de Barcelona, pretende "regenerar en lugar de reconstruir".
El Hospital Clínic de Barcelona aplica con éxito una nueva técnica que permite regenerar la mama después de un cáncer a partir de injertos de grasa. La nueva técnica supone una "nueva vía" para la reconstrucción mamaria que pretende "regenerar en lugar de reconstruir", según explicó hoy el jefe del servicio de Cirugía Plástica del Clínic, Dr. Joan Fontdevila. El nuevo procedimiento ya se ha utilizado en una veintena de casos en el hospital barcelonés.
Hasta la fecha, los procedimientos utilizados era la reparación del miembro dañado a través de la obtención de tejido de otras zonas, "destruir en una zona para reconstruir en otra", y el uso de prótesis, "un material extraño que puede conllevar complicaciones". Además, ambos procedimientos no eran aplicables a todas las pacientes.
La nueva técnica quirúrgica utilizada en el Clínic es sencilla, con similitudes con la liposucción y que se usa también en reconstrucciones faciales, permite reconstruir la mama a partir de injertos de grasa, un cambio de paradigma en este tipo de intervenciones gracias al efecto regerenerador de la grasa injertada.
Con la ayuda de unas cánulas, el cirujano obtiene unos injertos de grasa de debajo de la piel, de cualquier zona del cuerpo. Esta piel se procesa en el mismo quirófano con la finalidad de purificarla e inyectarla en el pecho afectado por la mastectomía, y sin necesidad de realizar otra cicatriz. La operación dura dos horas y el tiempo de recuperación es mucho menor que con las técnicas tradicionales.
El Dr. Fontdevila afirma que se trata de un procedimiento "seguro", indicado para pacientes con defectos tras una cirugía conservadora en el pecho, como complemento para otros tratamientos (añadir volumen, mejorar el contorno o la calidad de la piel) y alteraciones por la radioterapia.
Indicó que las pacientes más beneficiadas serán las que se han sometido previamente a cirugía conservadora para extirpar el tumor, pudiendo llegar a un 80% de los casos. En el resto de indicaciones, "se necesita más tiempo" para precisar porcentajes, señalando que no sirve para todas las pacientes.
El cirujano evitó "todo tipo de euforia" y explicó que el procedimiento tiene limitaciones, como en el caso de una mama contralateral voluminosa, la reconstrucción de las dos mamas, pacientes muy delgadas, y puntualizó que "no es una reconstrucción inmediata", ya que se tiene que esperar entre 3 y 9 meses después de la extirpación del tumor. Algunos métodos tradicionales, dijo, continúan siendo "insustituibles" para determinadas pacientes.
Sin embargo, también enumeró las ventajas que ofrece la técnica del injerto de grasa, como son la riqueza en células madre del tejido que "activan los mecanismos fisiológicos de regeneración y tienen un efecto antiinflamatorio", provoca "menos traumatismo" en la paciente, mejora el aspecto externo de la piel, simplifica el control por parte del cirujano y es "más económico", con lo que puede atenderse a más población.
El Hospital Clínic de Barcelona aplica con éxito una nueva técnica que permite regenerar la mama después de un cáncer a partir de injertos de grasa. La nueva técnica supone una "nueva vía" para la reconstrucción mamaria que pretende "regenerar en lugar de reconstruir", según explicó hoy el jefe del servicio de Cirugía Plástica del Clínic, Dr. Joan Fontdevila. El nuevo procedimiento ya se ha utilizado en una veintena de casos en el hospital barcelonés.
Hasta la fecha, los procedimientos utilizados era la reparación del miembro dañado a través de la obtención de tejido de otras zonas, "destruir en una zona para reconstruir en otra", y el uso de prótesis, "un material extraño que puede conllevar complicaciones". Además, ambos procedimientos no eran aplicables a todas las pacientes.
La nueva técnica quirúrgica utilizada en el Clínic es sencilla, con similitudes con la liposucción y que se usa también en reconstrucciones faciales, permite reconstruir la mama a partir de injertos de grasa, un cambio de paradigma en este tipo de intervenciones gracias al efecto regerenerador de la grasa injertada.
Con la ayuda de unas cánulas, el cirujano obtiene unos injertos de grasa de debajo de la piel, de cualquier zona del cuerpo. Esta piel se procesa en el mismo quirófano con la finalidad de purificarla e inyectarla en el pecho afectado por la mastectomía, y sin necesidad de realizar otra cicatriz. La operación dura dos horas y el tiempo de recuperación es mucho menor que con las técnicas tradicionales.
El Dr. Fontdevila afirma que se trata de un procedimiento "seguro", indicado para pacientes con defectos tras una cirugía conservadora en el pecho, como complemento para otros tratamientos (añadir volumen, mejorar el contorno o la calidad de la piel) y alteraciones por la radioterapia.
Indicó que las pacientes más beneficiadas serán las que se han sometido previamente a cirugía conservadora para extirpar el tumor, pudiendo llegar a un 80% de los casos. En el resto de indicaciones, "se necesita más tiempo" para precisar porcentajes, señalando que no sirve para todas las pacientes.
El cirujano evitó "todo tipo de euforia" y explicó que el procedimiento tiene limitaciones, como en el caso de una mama contralateral voluminosa, la reconstrucción de las dos mamas, pacientes muy delgadas, y puntualizó que "no es una reconstrucción inmediata", ya que se tiene que esperar entre 3 y 9 meses después de la extirpación del tumor. Algunos métodos tradicionales, dijo, continúan siendo "insustituibles" para determinadas pacientes.
Sin embargo, también enumeró las ventajas que ofrece la técnica del injerto de grasa, como son la riqueza en células madre del tejido que "activan los mecanismos fisiológicos de regeneración y tienen un efecto antiinflamatorio", provoca "menos traumatismo" en la paciente, mejora el aspecto externo de la piel, simplifica el control por parte del cirujano y es "más económico", con lo que puede atenderse a más población.
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